martes, 6 de octubre de 2015

-ENTENDIENDO SOBRE FALACIAS



      Tocaremos  el tema de las falacias, algunas más comunes que muchos hemos escuchado o  hasta hemos cometido dentro de debates donde las falacias se disparan a diestra y siniestra   ¿qué es una falacia?






        FALACIA: es un argumento que parece válido, pero no lo es. Una mentira o engaño con el que se pretende dañar a una persona sin que ésta se dé cuenta. Una persona utiliza una falacia para obtener algo que sabe no podría conseguir de otro modo que no sea a través de la apelación a la falsedad, generalmente su intención no es precisamente dañar, sino obtener un beneficio, pero no le preocupa herir a otros para conseguir lo que desea. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a descuidos o ignorancia. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas.

     ARGUMENTO: Un argumento (del latín argumentum) es una prueba o razón para justificar o refutar algo como verdadero o falso; es un discurso dirigido a una finalidad.





Una de las varias falacias conocidas dentro de la ciencia de la lógica  es el  llamado:


ARGUMENTO AD POPULUM ó ARGUMENTO DEL PUEBLO

Es un argumento falaz que concluye que una proposición debe ser verdadera porque muchas personas lo creen así. Es decir, recurre a que «si muchas personas lo creen así, entonces será así». En ética el argumento falaz sería «si muchos lo encuentran aceptable, entonces es aceptable». Esta falacia hace uso del prejuicio EFECTO CARRO GANADOR o Efecto arrastre. https://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_arrastre

     Esta falacia es un tipo de falacia genética o basada en el origen de las cosas. Es una falacia porque el mero hecho de que una creencia esté ampliamente extendida no la hace necesariamente correcta o verdadera. 

Esto se demuestra teniendo en cuenta que, si una opinión individual puede ser incorrecta, la misma opinión sustentada por muchas personas también puede serlo. La veracidad o falsedad de una afirmación es independiente del número de personas que creen en ella. Esta falacia se usa mucho en publicidad.

Por ejemplo:

«Ese músico debe de ser muy bueno, ya que cincuenta millones de fanes no pueden estar equivocados».

«La marca X es la marca líder en Europa, por eso deberías comprar productos de esta marca».

«La mayor parte de la gente del planeta cree en algún dios, y no se conocen entre sí. Eso no puede ser coincidencia. Por lo tanto, Dios debe de existir».

     Realizar afirmaciones de este modo es falaz. Por ello, la ciencia trabaja sobre la prueba, no sobre el voto popular, así es apropiado fijarse más en las pruebas que se presentan más que en el número de personas que lo afirman o lo niegan.




ARGUMENTO A SILENTIO  ó  ARGUMENTO DESDE EL SILENCIO.

       Consiste en considerar que el silencio de un ponente o interlocutor sobre un asunto X prueba o sugiere que el ponente es un ignorante sobre X o tiene un motivo para mantenerse en silencio respecto a X.

En relación con esta falacia, es necesario hacer referencia a la doctrina jurídico-procesal llamada «de los actos propios», por la cual, en una de sus aplicaciones más frecuentes, si una de las partes en un proceso no alega cierto hecho, dato, prueba o argumento disponiendo de trámite para hacerlo, se presumirá que carece del mismo. 

Por tanto, aunque lógicamente el argumento a silentio o ex silentio es una falacia, porque el silencio de un interlocutor no puede tomarse como prueba de certidumbre de lo dicho por un interlocutor contrario, en el terreno de la pura retórica puede ser un indicio de falta de argumentos o de falta de capacidad para contrarrestar dialécticamente los argumentos expuestos por la adversa.

Esta presunción se realiza en el terreno jurídico por ser este un terreno subjetivo marcado por leyes que están hechas para que la mayoría pueda quedar satisfecha.

Y esto es así porque la mayoría posee el prejuicio de que el silencio de un interlocutor implica la falta de argumentos o un motivo particular para tenerlo y también porque el que rompe el estado de normalidad tiene la obligación de probar con argumentos las acusaciones.

FALACIA DE QUIETISMO O FALACIA DE RESERVA («el que calla, otorga»)

    La falacia de quietismo consiste en “suponer” que si nadie se queja, entonces nadie tiene el derecho de quejarse.

Esto es similar a la idea de que el silencio es consentimiento o acuerdo:

Ejemplo del jefe de una empresa  sobre el salario inferior de la mujer Vs al de los hombres:

«¿Qué es todo eso de la igualdad de remuneración para las mujeres? Las mujeres que trabajan en mi oficina deben de estar satisfechas con sus salarios, ya que ninguna de ellas se ha quejado o ha pedido un aumento de sueldo».

Una reconstrucción de este argumento en forma estándar revelará claramente la premisa implícita defectuosa:

Las mujeres de mi oficina no se quejan de que reciben menos remuneración que los hombres 
(Premisa).

[Y donde no hay expresión de insatisfacción, no hay insatisfacción]
(Premisa implícita).

[Debido a que la falta de pruebas en contra de la satisfacción es evidencia de la satisfacción] 
(subpremisa implícita).

Por lo tanto, las mujeres de mi oficina están satisfechas con recibir menos salario que los hombres en la oficina.
(Conclusión)

El argumentador asume que la situación de un grupo de personas debe de ser satisfactoria, simplemente porque no ha sido expresada ninguna queja sobre esa situación. 

En otras palabras, la ausencia de pruebas contra el carácter satisfactorio de una situación es considerada como prueba para el carácter satisfactorio de esa situación. Hacer tal inferencia es tan distintivo de una forma de la falacia del argumento ad ignorantiam que a menudo se le da un nombre independiente: falacia de quietismo o de reserva (el que calla, otorga). 

Pero ante el hecho de que una persona o un grupo sean «reservados», es decir, que no hagan ninguna queja, no se puede inferir que no haya nada de qué quejarse. De hecho, pueden haber muchas buenas razones por las que las quejas no se expresan abiertamente,  incluyendo el temor a repercusiones por hacerlo.



ARGUMENTO AD CONSEQUENTIAM ó PRUEBA DE LA CONSECUENCIA

Es un argumento que concluye que una premisa (típicamente una creencia) es verdadera o falsa basándose en si esta conduce a una consecuencia deseable o indeseable. 

Es una falacia porque basar la veracidad de una afirmación en las consecuencias no hace a la premisa más real o verdadera. Asimismo, categorizar las consecuencias como deseables o indeseables es intrínsecamente una acción subjetiva al punto de vista del observador y no a la verdad de los hechos.

Ejemplo 1
-«El presidente no ha robado fondos del Estado, porque si lo hubiera hecho, habría perdido las elecciones».

Ejemplo 2
-«Dios debe existir, porque si no existiera no habría moral y el mundo sería horrible».

Ejemplo 3
-«El jugador hizo todo lo que pudo, porque, si no, no hubiéramos ganado el partido».






OTROS EJEMPLOS DE FALACIAS:

- Dios existe porque lo siento en mi corazón.
FALACIA: NON SEQUITUR
El que exista o no Dios, no depende de sentimientos personales. Son dos puntos muy diferentes.

- Dios existe porque conozco y sé de muchos casos de enfermos curados por la fe en Dios.
FALACIA: EVIDENCIA ANECDÓTICA.
Las experiencias personales muchas veces no son confiables. Es como si un conocido suyo dijese que vio a Elvis en el supermercado. Este tipo de evidencia solo es efectiva si el interlocutor está dispuesto a aceptarla.

- Dios existe porque la biblia lo dice.
FALACIA: CIRCULUS IN DEMONSTRANDO
Es el célebre “Argumento circular”, donde la premisa es la misma conclusión. En este caso generalmente se completa así: “Dios existe porque la Biblia lo dice; Y la Biblia es valida porque está escrita por Dios”

- Dios existe porque quien sino él creó la hermosa naturaleza que nos rodea.
FALACIA: DE LA LEY NATURAL O EL RECURSO DE LA NATURALEZA.
Esta común falacia relaciona de forma errónea una afirmación con la naturaleza circundante.
FALACIA: REIFICACIÓN O HIPOSTATIZACIÓN
En este caso el concepto es demasiado abstracto y complejo (Naturaleza)

- Dios existe, porque si no ¿De dónde venimos?
FALACIA: AD IGNORANTIAM
Se comete al inferir la verdad de una proposición a partir de que no se haya podido probar su falsedad; o bien inferir la falsedad de una proposición a partir de que no se haya podido probar su verdad. Es decir, se comete cuando se infiere la verdad o falsedad de una proposición basándose en la ignorancia existente sobre ella. En este caso como para muchos no conocen de dónde venimos (interrogante) proponen inexplicablemente que la respuesta es Dios.

Fuente:









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